Un Musico que me inspira.

En la Grafica. Mi Padre, Juan Bautista Lopez, Nacio en Cabudare Edo. Lara. Criado por el Tio - abuelo Jose Quintin Lopez, de tradicion musical autoctona, fue un musico desde temprana edad, Exelente ejecutante del Cuatro Larense, Tocando Tamunangues y Golpes tocuyanos, igualmente desarrollo su talento como cantante y compositor de algunos temas de parrandas y aguinaldos, por supuesto tuvo una preferencia especial por la musica guarachera, el son cubano, los boleros, fue mi inspiracion junto con mi Abuelo Quintin, los Tios Mariano, Quintin el joven, Mauro, el Tio Pausides a quienes siempre recordare

sábado, 25 de junio de 2011

EL RATON…CHEO FELICIANO.


Cheo Feliciano, considerado una de la voces más privilegiadas en el panorama salsero, se caracterizó por su excelente calidad y capacidad para interpretar los géneros más diversos.
Sus primeros pasos en el ambiente musical los forjó en la Escuela de Juan Morel Campos en su natal Puerto Rico, donde aprendió solfeo y las técnicas básicas inherentes a la música.
A los diecisiete años viaja a Nueva York, cuyo panorama se le antojaba propicio, donde se habían formado muchos de sus compatriotas. En un principio, con la idea de optar por una preparación académica, pero como autodidacta por excelencia decidió que su mejor escuela sería conocer las interioridades y desenvolvimiento de este mundo difícil y complejo, y sobre todo codearse con las grandes figuras latinas de los años cincuenta: Tito Puente, Ismael Rivera, Tito Rodríguez, Joe Cuba, Arsenio Rodríguez, Mon Rivera, entre otros.
Su humildad, una de las características más notables de su personalidad, le permitió absorber de la experiencia y sabiduría de estos grandes Maestros que no solo fueron sus mentores, también ejercieron decisiva influencia para delinear y pautar lo que sería su futura carrera profesional.
Participó como cantante solista y músico en varias orquestas destacándose por su dominio de escena y una particular sensibilidad como hubo de demostrarlo en sus notables participaciones en las orquestas de Eddie Palmieri, Ismael Rivera y Joe Cuba, entre otras.
Una de las etapas más sobresalientes y brillantes en su carrera, la propició integrarse al elenco de talentos del sello Fania, donde obtuvo resonantes éxitos en incontables producciones que lo llevaron a recorrer el mundo como miembro destacado de la super famosa, “Fania All Stars”.

EL REY DEL BAJO…BOBBY VALENTIN


Todo un talento demostrado a través de su trayectoria musical, que ha desarrollado de manera sorprendente por su dominio y maestría en los instrumentos que toca: bajo, guitarra, saxo y trompeta. Destacándose también como un consumado arreglista. Cualidades reconocidas por Johnny Pacheco, entonces director y productor del sello Fania, que decidió firmarle contrato, el. primero que extiende el sello en sus inicios, lo que convierte a Bobby Valentín decano entre sus talentos.
Desde sus comienzos, su fama como músico excepcional le monopoliza un sólido nombre dentro del medio. Artistas de la talla de Joe Quijano, Willie Rosario, Tito Rodríguez y hasta el mismo Johhny Pacheco, le encomendaron algunos de los arreglos musicales de sus producciones, en las que también ha tenido significativa participación como músico.
1965 fue un año trascendental para Bobby Valentín, al editar su primer álbum para el sello Fania, en el que dio muestra de su enorme caudal creativo editando ocho producciones. Independientemente de haber creado su propia compañía discográfica, continuó colaborando en algunas producciones para el sello, con el que solidificó y pautó una exitosa y brillante carrera, labrándose un sólido nombre entre los más destacados aristas del género y el espectáculo latino internacional.

EL MALO…WILLIE COLON.



Como muchos de sus compatriotas boricuas, Willie Colón nació y creció en el corazón del barrio latino del Bronx, New York. El mismo barrio en el que bebió la savia más pura de sus inquietudes juveniles, compartiendo con los suyos quebrantos y aspiraciones que le inculcaron una profunda devoción por sus raíces culturales.

Músico, compositor, arreglista, cantante, productor, director y líder comunitario, es la trayectoria que le ha dado reconocimiento como ser humano y artista.

Se inició en la música a tan temprana edad que su madre tuvo que firmar su primer contrato por él. Desde entonces, su carrera siempre ascendente cubrió todas las facetas de la música, como consta su prolífica discografía, con un total de más de treinta millones de discos vendidos por los que se le han concedido infinidad de Discos de Oro y Platino, y varias nominaciones para optar por el codiciado premio Grammy.

Se ha destacado también por colaborar en producciones con grandes nombres en el ámbito musical como: Celia Cruz, Rubén Blades, Héctor Lavoe, entre otros muchos.

Willie Colón, solidario por excelencia y consciente del poder e influencia que ejerce en los medios de comunicación masiva, se ha erigido líder por los derechos civiles y comunitarios, por lo que ha recibido premios y reconocimientos como la placa que lleva su nombre instalada en el “Paseo de la Fama” en el Bronx. El mismo barrio, hogar y cuna de muchos de sus compatriotas llegados a estas tierras con la esperanza de un futuro mejor.



EL POETA PANAMEÑO. RUBEN BLADES.


Rubén Blades se ha destacado como cantante, compositor, actor y figura política.
No incursiona en el mundo de la música por casualidad, nace y crece en un ambiente que le es muy propicio para su futura formación musical. Su madre, Anoland Bellido de Luna, cubana, tocaba el piano, y su padre, Rubén Blades, panameño, tocaba la percusión. Con esta influencia cultiva su innato talento alternando sus estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Panamá, sin abandonar su afición por la música actuando en locales públicos de la ciudad.

En 1968 viaja a Nueva York, donde se le ofrece unirse a la Orquesta de Pete Rodríguez para grabar un disco. Oportunidad que le permite contactar con importantes figuras del medio.
Regresa a Panamá para concluir sus estudios y graduarse, pero independientemente a su carrera, la música constituye para él una aspiración inmediata.

Regresa a Nueva York, y por designios del destino entra a trabajar en la compañía Fania como organizador y mensajero de correos. El contacto directo con su talento artístico le plantea una nueva oportunidad cuando Ray Barretto buscando un sustituto para ocupar el puesto dejado por el vocalista de su orquesta, encuentra en Rubén Blades el talento idóneo, dando así inicio a una importante carrera como músico profesional.

Otra afortunada coincidencia se le presenta cuando Héctor Lavoe deja vacante el puesto de vocalista en la orquesta de Willie Colón, con el que Rubén Blades inicia una carrera consagratoria con una ininterrumpida secuencia de grades éxitos.

El incorregible… ROBERTO ROENA.


Los llamados veteranos “salseros” constituyen una hermandad que se ha caracterizado por engrosar a talentos jóvenes provinientes de otras agrupaciones. Este fue el caso de Roberto Roena, que con una incipiente carrera musical pasó a formar parte de “Cortijo y su Combo”, propiciada por la salida de su vocalista Ismael Rivera. Con esta agrupación Roberto se destacó por su dominio de escena y sus dotes de “showman” por revestir sus presentaciones de innovadoras excentricidades como coreógrafo y bailarín.

Siete años duró esta aventura musical en los que recorrió los principales escenarios de América y Europa. Posteriormente, Roberto se integró al “Gran Combo de Puerto Rico”, reconocida institución musical que goza de solidez y prestigio. Pero siempre en busca de nuevos horizontes dentro del medio, se impuso crear su propia agrupación rodeándose de excelentes músicos y arreglistas. Así surge, “Roberto Roena y su Apollo Sound”, que bautizó coincidiendo en 1969 con el lanzamiento del cohete del mismo nombre enviado por los norteamericanos a la luna. Un viaje al espacio con el que simultáneamente Roberto Roena y su “Apollo Sound”, iniciaron el camino hacia la definitiva consagración con una sucesión de éxitos discográficos, y el reconocimiento a su invaluable potencial artístico.