Rubén Blades se ha destacado como cantante, compositor, actor y figura política.
No incursiona en el mundo de la música por casualidad, nace y crece en un ambiente que le es muy propicio para su futura formación musical. Su madre, Anoland Bellido de Luna, cubana, tocaba el piano, y su padre, Rubén Blades, panameño, tocaba la percusión. Con esta influencia cultiva su innato talento alternando sus estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Panamá, sin abandonar su afición por la música actuando en locales públicos de la ciudad.
En 1968 viaja a Nueva York, donde se le ofrece unirse a la Orquesta de Pete Rodríguez para grabar un disco. Oportunidad que le permite contactar con importantes figuras del medio.
Regresa a Panamá para concluir sus estudios y graduarse, pero independientemente a su carrera, la música constituye para él una aspiración inmediata.
Regresa a Nueva York, y por designios del destino entra a trabajar en la compañía Fania como organizador y mensajero de correos. El contacto directo con su talento artístico le plantea una nueva oportunidad cuando Ray Barretto buscando un sustituto para ocupar el puesto dejado por el vocalista de su orquesta, encuentra en Rubén Blades el talento idóneo, dando así inicio a una importante carrera como músico profesional.
Otra afortunada coincidencia se le presenta cuando Héctor Lavoe deja vacante el puesto de vocalista en la orquesta de Willie Colón, con el que Rubén Blades inicia una carrera consagratoria con una ininterrumpida secuencia de grades éxitos.
No incursiona en el mundo de la música por casualidad, nace y crece en un ambiente que le es muy propicio para su futura formación musical. Su madre, Anoland Bellido de Luna, cubana, tocaba el piano, y su padre, Rubén Blades, panameño, tocaba la percusión. Con esta influencia cultiva su innato talento alternando sus estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Panamá, sin abandonar su afición por la música actuando en locales públicos de la ciudad.
En 1968 viaja a Nueva York, donde se le ofrece unirse a la Orquesta de Pete Rodríguez para grabar un disco. Oportunidad que le permite contactar con importantes figuras del medio.
Regresa a Panamá para concluir sus estudios y graduarse, pero independientemente a su carrera, la música constituye para él una aspiración inmediata.
Regresa a Nueva York, y por designios del destino entra a trabajar en la compañía Fania como organizador y mensajero de correos. El contacto directo con su talento artístico le plantea una nueva oportunidad cuando Ray Barretto buscando un sustituto para ocupar el puesto dejado por el vocalista de su orquesta, encuentra en Rubén Blades el talento idóneo, dando así inicio a una importante carrera como músico profesional.
Otra afortunada coincidencia se le presenta cuando Héctor Lavoe deja vacante el puesto de vocalista en la orquesta de Willie Colón, con el que Rubén Blades inicia una carrera consagratoria con una ininterrumpida secuencia de grades éxitos.
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